Se pueden definir como “gran cruz, realizada en madera o piedra, que para ser llamada cruz debe estar compuesta por base, fuste, capitel y cruz”  todo ello con más o menos esculturas y ornamentos. Esta ornamentación tiene siempre un carácter concreto, sus figuras son más simbólicas que decorativas, y las esculturas o relieves son siempre de temática religiosa. Se colocan en encrucijadas, en lugares donde suelen pasar ataúdes o en puntos donde alguien ha muerto a causa de una desgracia. Digamos que la primera cruz de piedra se creó en las Islas Británicas, y a través del ciclo carolingio llegó a Galicia, y también que el áspero cruce de los caminos, quizás, se originó en los bosques alemanes de “Limes Romanus” por el ciclo bretón llegó a Galicia coronando los hitos y guiando a los peregrinos en su camino hacia Santiago de Compostela. En conclusión, desde el origen de los cruceros decir que todos los arqueólogos coinciden en que la primera cruz de piedra no era más que el mismo convertido al cristianismo. En definitiva, la cruz es un elemento post-románico impulsado por el deseo de imitar cruces procesionales.

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